La importancia de la planificación estratégica en tiempos de crisis

6 de agosto de 2014, by , Posted in Noticias, 0 Comment

La “contraseña” es la competencia en el mercado. En todas las actividades que tratan de hacer que el hombre siempre será competencia. En tiempos de crisis la competencia se vuelve brutal y sin límites. ¿Estás listo para esto?

La “contraseña” es la competencia en el mercado. En todas las actividades que tratan de hacer que el hombre siempre será competencia. No será necesario citar a Darwin y su famosa “Ley de la Evolución” para confirmar la idea de la competencia como una constante en la vida del hombre. En tiempos de crisis la competencia se vuelve brutal y sin límites.

Frente a esta competencia feroz que sólo hay una manera de destacar en el mercado: es mejor que su competidor. Cuando se trata de una empresa que situación se agrava considerablemente, ya que está más preocupado por la producción que en la fabricación de un Plan Estratégico que traerá la eficiencia.

Esta importante herramienta para el control de los objetivos de la empresa, la planificación estratégica requiere tiempo, que suele ser algo escaso para el administrador, ya que será más preocupados por las decisiones operativas a expensas de la planificación de una base sólida para el futuro de la compañía. Este plan tiene como objetivo guiar a las rutas a seguir por la empresa con el fin de evitar decisiones apresuradas, ya menudo errónea, sobre el futuro de la empresa.

La estrategia de la palabra viene del griego antiguo y significa que la calidad o la capacidad de la general. Puede ser considerado como un conjunto de acciones que se desarrollarán con el fin de darle una ventaja sobre el enemigo. La estrategia es la diferencia “positiva” de que el participante tiene sobre los demás.

Después de ser ampliamente utilizado en el ejército, las técnicas de organización estratégica llegaron a los negocios. Al igual que en el contexto militar, el entorno de la organización y cómo va a mejorar la estrategia adoptada por la empresa. La empresa como unidad menos productiva en el mercado debe ser consciente de los cambios constantes que se producen en el entorno externo y preparar adecuadamente frente a los desafíos inherentes a la evolución del mercado.

Es este sentido que tratemos de entender entre las diversas opciones que se elegirán el mejor para ser aplicado en el contexto de la empresa. La estrategia empresarial es el conjunto de recursos que una organización utiliza para alcanzar objetivos. Este proceso implica decisiones que definan los productos y servicios a clientes específicos y mercados, y la posición de la empresa en relación con sus competidores. En este punto, la estrategia se ha presentado como fundamental para el buen funcionamiento de la empresa, ya que es ella la que tiene la “ventaja competitiva” en el valor de la empresa. Este término no es más que “establecer un objetivo apropiado, que se basa en dos factores: objetivos y entendimiento del negocio consistentes.” Estos objetivos se consideran necesarias para la empresa para lograr superior a los demás y por lo tanto se destacan en el funcionamiento del mercado competitivo.

Las actividades desarrolladas por la compañía son el resultado de las decisiones de gestión tomadas anteriormente. El proceso de planificación es un proceso de toma de decisiones interdependientes, estas decisiones que tratan de llevar a la empresa a un estado futuro deseado. Como no hay “bola de cristal” para predecir el comportamiento futuro de la economía es necesario marcar los métodos de toma de decisiones estadísticas. Por lo tanto, es esencial hacer una planificación anticipada de las acciones que se deben tomar, tal y como lo requiere el proceso de elaboración del Plan Estratégico. Ahí es donde cesa el negocio que se utilizará el empirismo y pedirá a tierra en la gestión científica (tan extendida en las universidades y tan poco utilizado en el día a día) para tomar decisiones.

Si la empresa funciona sin planificación, las medidas adoptadas por los gestores sólo aparecen como medidas paliativas, es decir, “para apagar el fuego.” Como resultado, las acciones son limitados debido a que actúan en los síntomas y no las bases fundamentales de los problemas presentados. Por lo tanto, sobre todo en tiempos de crisis, el empresario no debe tomar riesgos innecesarios y usted debe saber que el desarrollo de una guía de planificación coherente y concisa pretende actitudes a desarrollar por la empresa a lo largo de la dirección y puede ser la diferencia en el mercado de una compañía altamente competitiva.

Fuente: www.administradores.com.br





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